El turismo emisivo argentino alcanzó un nuevo récord en septiembre, generando un déficit en la balanza de servicios de 650 millones de dólares, según datos del Banco Central. El aumento de argentinos que viajan al exterior se posicionó como el segundo factor que más presión ejerció sobre las reservas nacionales, después de los pagos de deuda pública.
Los viajes de argentinos al exterior representaron el mayor crecimiento interanual en cinco meses. Esto afectó negativamente la balanza de pagos del país, ya que solo los pagos de transporte, tarjetas y desplazamientos de pasajeros implicaron una salida de 594 millones de dólares. A pesar de este impacto, el déficit no superó los valores registrados en julio, aunque sigue siendo motivo de preocupación para el sector turístico.
El contexto del turismo receptivo
Mientras el turismo emisivo aumentó, el ingreso de visitantes extranjeros a Argentina mostró una caída interanual del 15,9% en septiembre. Entre las nacionalidades que más disminuyeron se encuentran turistas provenientes de Bolivia, Estados Unidos y Chile. Este descenso, aunque levemente atenuado en comparación con meses anteriores, coincide con el tipo de cambio real desfavorable que hace más costosa la visita al país en dólares.
En el ámbito local, los destinos de la costa atlántica podrían verse afectados el próximo verano por esta tendencia. Lucas Ventoso, secretario de Turismo de Pinamar, afirmó recientemente que, debido a las condiciones económicas, “el turismo nacional pierde competitividad frente a otros destinos”. Además, enfatizó en la necesidad de comunicar las ventajas diferenciales que ofrecen los destinos locales, frente a la competencia internacional.
Datos específicos de Pinamar
El turismo internacional en Pinamar sigue siendo reducido: en el verano pasado, solo se recibió un total de 261 turistas extranjeros. Entre estos visitantes, 53,6% provienen de Sudamérica, con Uruguay, Chile y Colombia como los principales países de origen. A pesar de esta baja proporción de turismo receptivo, el sector enfrenta la necesidad de atraer más turistas nacionales en un contexto en el que cada vez más argentinos optan por viajar al exterior.

Nuevas estrategias para atraer turismo
Frente a esta realidad, Pinamar se prepara para fortalecer su propuesta turística de cara a la temporada. Ventoso destacó semanas atrás que el destino debe centrarse en su valor diferencial, promoviendo experiencias únicas y características exclusivas como su entorno seguro y familiar. “El turista no está pagando por ese atributo en la tarifa”, puntualizó el funcionario, y agregó que este aspecto representa una ventaja competitiva sobre otros destinos de la región.
La fuga de turistas nacionales hacia el exterior representa un desafío que los destinos costeros deben enfrentar mediante políticas que realcen su atractivo interno. En este sentido, el foco se orientará a promover la cercanía, seguridad y la calidad de las experiencias, para así atraer a quienes hoy buscan alternativas fuera del país.