El Sindicato de Trabajadores Municipales de Pinamar (STMP) comenzó una medida de fuerza el pasado 19 de agosto en reclamo de pagos extras establecidos en el convenio colectivo de trabajo, que el Departamento Ejecutivo (DE) decidió no abonar. En los días posteriores, el gremio endureció la medida y continuó con un reclamo que aún persiste.
Desde el municipio sostienen que el convenio colectivo rubricado este año -que el gremio exige que se cumpla- todavía no está vigente. El mismo se encuentra en tratamiento en el Ministerio de Trabajo, una la instancia en la que se revisa su legalidad.
El sindicato, en cambio, entiende que el convenio colectivo está vigente desde el momento en que se firmó y exigen que se aplique en forma retroactiva a enero del 2023, con las bonificaciones pertinentes.
Sin embargo, el Ejecutivo planteó en la última reunión en el Ministerio de Trabajo que, ante el difícil contexto económico que atraviesa el país, se prorrogue la aplicación del mismo el próximo año y la correspondiente implementación de los nuevos conceptos de bonificaciones.
En medio de la tensión, el intendente Martín Yeza contrató una empresa privada para cubrir servicios como el de las motoniveladoras, y analiza extender esa modalidad a otros sectores.
Mientras tanto, una parte de los trabajares municipales que adhirieron inicialmente al paro vuelven a prestar servicio, por lo que la medida de fuerza comienza a disolverse. Firme en su postura, el municipio afirma que igualmente en la liquidación de sueldos de este mes se descontarán días y horas no trabajados.