Sus características se aprecian mejor desde el cielo: una conjunción armónica de bosques y dunas sobre un rectángulo de 63 kilómetros, rodeado por una amplia llanura verde y por el mar. Desde el aire también se aprecia el sueño cumplido de fundar una ciudad jardín y una suma de esfuerzos diarios por hacerla sostenible en el tiempo.
Para su segunda gestión, el intendente Martín Yeza priorizó políticas de estado que que apuntalen al desarrollo y al medioambiente. En diciembre de 2019 anunció la creación de la Secretaría de Paisaje y Medioambiente, y puso en el cargo a Samanta Anguiano, paisajista marplatense y una de autoras de la iniciativa privada ‘Respirá Pinamar’.
Con un auspicioso proyecto fragmentados en etapas, se inició el desafío de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una iniciativa colectiva impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el que se pretende generar ciudades sostenibles para las futuras generaciones. Y, a paso firme, Pinamar se consolida en ese camino.
Con más de dos años y medio de gestión, Samanta destaca en Contexto logros como la recuperación del frente marítimo, reparación de médanos, y la remediación de la arena, el agua dulce, la vegetación. También propone un mejoramiento en la gestión de residuos y en el manejo de la biomasa.
-¿Cómo se organizan las tareas del área?
-Nosotros tenemos tres ejes. Uno es la arena, que es fundamental. Gracias a una gestión rápida nosotros creamos un depósito de arena, donde los multifamiliares deben dejar el 50% de arena en un depósito municipal, que después se usa para seguir remediando y mejorando las calles. La arena es uno de los recursos más preciado en el mundo. Otro eje es el agua; es uno de los más fundamentales.
El tercer eje es la cúpula vegetal, que serían los servicios ecosistémicos que tienen los grandes montes que son todos artificiales. Y que al ir desarrollándose la cuidad se los extrae y realmente la mayoría de los desarrollistas que vienen a Pinamar quieren cuidar el medioambiente y están plenamente de acuerdo con nuestras políticas medioambientales. A los servicios ecosistémicos tenemos que equilibrarlos. Para eso impulsamos una ordenanza de compensación ambiental.
Este año incorporamos el cuarto eje: la gestión integral de los residuos y el manejo de la biomasa. Generamos un centro ambiental con el que estamos ordenando otro tipo de residuos que quedaban en el aire.
-¿Qué significa que el área tenga categoría de secretaría?
-La categoría de secretaría no es poca cosa. Es re importante que la comunidad y Pinamar en su totalidad siga velando para que tenga continuidad el rol de Secretaría de Medioambiente como uno de los ejes de la gestión futura que venga, quien sea, con el líder que toque.
Una secretaría de éstas características es súper importante para tomar las decisiones estratégicas en cuanto a políticas de estado para que Pinamar tenga mayor sostenibilidad. Las ciudades tienen que ser sostenible. Y Pinamar como sociedad tiene que ser sostenible, no nos podemos permitir tomarnos demasiado tiempo de aprendizaje. Tenemos que seguir incrementando el ritmo, el tempo y funcionar cada vez más como una orquesta. Si nos caemos y algo falla, que eso se tome como un aprendizaje, pero permanentemente debemos seguir mejorando en los proceso de la toma de datos reales y científicos, implementación en las políticas de estado y en la toma de decisiones de lo que es la ciudad, tanto del Ejecutivo como del Legislativo.
-¿Alcanza el tiempo para aplicar tantas políticas disruptivas al mismo tiempo?
-No nos alcanza el tiempo, pero lo importante es que vayamos formando personas en ese sentido y que podamos ser cada vez más rápido. Nosotros tenemos poco tiempo, pero nos evaluamos, nos cuestionamos y repreguntarnos por qué hacemos las cosas. Un ejemplo clave de esto es la remediación del frente marítimo.
En esta segunda etapa apuntamos a tener la playa mejor remediada en cuanto a la fase biológica, de las dos o tres especies que hay. Con los captadores de arena, levantar lo que sea hasta que se estabilicen las dunas, porque ese es el reservorio de agua dulce que tenemos para controlar la intrusión de agua marina que hay por debajo.
A partir del mes que viene (septiembre) empezamos a hacer nuevos pozos de monitoreo en la interface del agua dulce y salada. ¿Puede Pinamar sostenerse en el tiempo y seguir desarrollándose si no nos amigamos con el agua dulce que únicamente se recarga de la lluvia? No, no puede. La única fuente de agua dulce que tiene Pinamar en su totalidad es el acuífero subterráneo que se recarga con el agua de lluvia. Tenemos un privilegio ecosistémico increíble. Y lo tenemos que seguir estudiando, cuidando y preservando.
-¿Pinamar necesitaba una acción urgente en su medioambiente?
-Yo creo que la política en el mundo es cada vez más urgente y con mayor necesidad que tiene distintas áreas con estas características. Y realmente es un llamado necesario a las generaciones venideras. El tiempo es ahora y es de verdad. Pinamar no está en una situación crítica, lo manejamos y venimos muy bien. En la medida en que no tengamos inundaciones y sigamos manteniendo las escorrentías superficiales, que es fundamental también el manejo hidráulico de la ciudad, vamos a tener cada vez mejores resultados. Lo importante es seguir.
Yo creo que el desarrollo sostenible les importa a las personas en la medida en que le afecta el bolsillo en muchos casos. En otros casos no, algunos desde que tenemos uso de razón nos formamos en lo mismo; otros están descubriéndolo. Y creo que en todos los casos está bien que así sea porque los intereses personales de cada uno no pueden ser manejados ni por una política de estado ni por propaganda. Lo que sí, a todos nos impacta.
-¿El cumplimiento de los objetivos solo dependen del Estado?
-Nosotros apuntamos a los ODS. No sé si va a llegar para el 2030. Es algo que atraviesa al municipio y a toda la comunidad, depende de todos nosotros. El medioambiente es algo pendiente que tenemos.
En nuestra área hay muchísimo trabajo y poquísimas personas. Toda la secretaría está conformada por 12 personas, pero estamos muy comprometidos con lo que hacemos y tratamos de equilibrarnos entre nosotros.
-¿Se pude estar conformo en solo dos años de gestión?
-Con los recursos que tenemos, hemos hecho un muy buen trabajo. Naciones Unidas nos convocó para presentarnos como una de las ciudades esponja por los trabajos. En el Congreso Internacional de Hidrogeología presentamos y quedamos selectos y tenemos que ir a exponer en octubre. También tenemos papers -artículos científicos- publicados. Son cuestiones que van a cambiar el paradigma porque no había trabajos de investigación sobre Pinamar.
El desafío es hacer las cosas cuando no vienen servidas en bandejas. Como tal, estamos contentos de poder honrar ese desafío. Las políticas de estado van a determinar a Pinamar por las próximas décadas.
-¿Qué queda pendiente para el resto de gestión?
-Tenemos nuestra agenda anual que vamos corrigiendo cada cuatro o seis meses. Somos muy autoexigentes y tratamos de equilibrar para el afuera. Pero tenemos que equilibrar lo que uno anhela con el presupuesto y el contexto. Entonces tenemos que revisar y readecuar las cosas.
Este año hicimos limpieza mecánica de playas. Tenemos la playa más limpia de la costa bonaerense. Demolimos 45 balnearios y obvio que todavía tiene problemas. Ya estamos con los pozos de monitoreo de interface que no se implementó en ninguna parte de la costa bonaerense. Nos falta completar la parte de enquinchados y el levantamiento de pasarelas para que la gente tenga un mejor acceso.
También estamos readecuando todas las islas en el frente marítimo. En el frente costero no habrá más islas ambientales, sino en el continente, y empezar a manejarnos como sociedad en este tema. El frente costero tiene que ser una postal.
Una pata que nos falta y que nos parece fundamental es la comunicación. Lo importante es que los propios vecinos puedan cuidar y mantener las islas. Apuesto a que la gente cambie la mirada de cómo nos posicionamos con nuestro medioambiente y paisaje. Podemos mejorar entre todos.