El crecimiento de Pinamar en los últimos años ha transformado su paisaje y el estilo de vida de sus residentes. Ivan Renkine, CEO de Dinamismo Inmobiliario y Creadora de Ideas, habla sobre los cambios urbanos, turísticos y de inversión que impactan a la ciudad. Con más de 65 mil seguidores en Instagram y 50 mil en TikTok, su opinión llega a un amplio público que sigue de cerca las transformaciones en Pinamar como destino turístico.
Renkine señala que Pinamar sigue siendo seguro y atractivo, pero observa un cambio en la preferencia habitacional: “Hace unos años, predije que la expansión de Pinamar se daría en barrios privados, y hoy en día es lo que vemos con Costa Esmeralda, Villa Robles y otros desarrollos. Las personas de mayor poder adquisitivo buscan seguridad en barrios cerrados o torres con amenities”.
El impacto del crecimiento demográfico
El desarrollador destaca que el crecimiento poblacional ha sido notable. “Hace veinte años, éramos 17 mil habitantes, y hoy superamos los 50 mil. Esta masificación inevitablemente genera nuevos desafíos, incluida una mayor demanda de seguridad”, comenta. Ante esta situación, Renkine considera que los desarrollos privados se han vuelto una opción atractiva para quienes buscan tranquilidad y protección.
El crecimiento en la construcción también atrae beneficios económicos para la ciudad. Según el entrevistado, “la atracción de inversiones no solo aporta dinero, sino también genera empleos para todos nosotros. Cuantos más desarrollos haya, más empleo se crea, y más dinero se inyecta”.
La necesidad de infraestructura
Sin embargo, Renkine también señala que la falta de infraestructura básica es un desafío constante. Calles sin repavimentar, falta de veredas y carencias en los servicios de agua y gas natural son algunos de ellos. “No podemos esperar a que el Estado desarrolle los servicios básicos para poder realizar nuevos desarrollos. La ciudad recibe dinero, se generan empleos, se pagan impuestos y tasas. Si esos fondos no se usan para lo que hace falta, eso ya es problema del Estado”, afirma.
Para él, el sector privado se ha mostrado dispuesto a invertir, pero considera que hace falta más coordinación con el sector público para asegurar un crecimiento ordenado y sostenible. “Sería facilísimo: solo hace falta negociación entre el sector público y el privado, pero eso no sucede”, lamenta.
Con estos puntos, Renkine reafirma su compromiso con el desarrollo de Pinamar como un destino turístico de primer nivel, al tiempo que insta a que la ciudad trabaje en conjunto para superar los desafíos que plantea este crecimiento.