El martes pasado, el intendente Juan Ibarguren participó de una reunión clave del PRO bonaerense, junto a jefes comunales y legisladores. El objetivo fue debatir una eventual alianza con La Libertad Avanza (LLA), a semanas del vencimiento del plazo para presentar listas, el próximo 9 de julio.
La discusión expuso diferencias internas dentro del PRO. Muchos dirigentes se mostraron reacios a ceder lugares en las listas electorales a LLA, temiendo que los libertarios actúen como oposición en los concejos deliberantes. Un participante del encuentro advirtió: “Vamos a darles concejales a los violetas para que después se pongan de acuerdo con el peronismo y nos traben la gestión”.
Disputas por los cargos y condiciones
Otros sectores sostienen que las objeciones son exageradas. “Dicen que les piden los tres o cuatro primeros lugares, pero no dicen que cuando fueron a hablar les ofrecieron el octavo”, dijo una fuente del PRO. El desacuerdo gira en torno a cuánto poder otorgar a LLA dentro de las listas municipales.
Mientras tanto, algunos dirigentes advierten sobre los riesgos de competir divididos. “Con el peronismo unido, sería suicida ir separados para sacar 5%”, señaló un referente. Otros sugirieron fijar condiciones estrictas, como que los libertarios formen interbloques oficialistas, pero esas ideas fueron tachadas de inviables.
Malestar en ambas fuerzas
Las tensiones no se limitan al PRO. Desde el entorno de Javier Milei, las exigencias fueron interpretadas como una maniobra para marginar a su espacio. “Nos quieren borrar como fuerza política, no es un acuerdo, es una rendición”, dijeron.
En paralelo, persiste el malestar en las filas libertarias con Mauricio Macri, a quien acusan de actuar en contra del Gobierno en el Congreso. Según Infobae, un interlocutor presidencial expresó: “Javier está recaliente con Mauricio. Lo que hizo en Diputados con las jubilaciones es muy grave, porque se puso del lado del kirchnerismo para quebrar el superávit fiscal”.
Rumbo incierto en la provincia
En medio del conflicto, algunos dirigentes del PRO exploran una alternativa: relanzar Juntos por el Cambio, incorporando a radicales y peronistas disidentes, para enfrentar al kirchnerismo sin depender de un acuerdo con LLA.
El futuro del armado electoral en la provincia sigue sin resolverse, pero el reloj corre. En Pinamar, la presencia de Ibarguren en esta discusión provincial reafirma su rol dentro del entramado bonaerense, mientras el PRO busca una salida que no fracture su identidad ni su estructura territorial.