El dirigente Matías Melia cuestionó la inclusión del balneario Divisadero en la lista de lugares considerados “patrimonio histórico y cultural de Pinamar”, una nueva ordenanza que sancionó el Concejo Deliberante días atrás para preservar y proteger bienes: “Es un balneario que tiene la concesión vencida y debía demolerse”, denunció.
El proyecto, enviado al recinto deliberante por el Departamento Ejecutivo, apunta a “resguardar y valorar el patrimonio histórico, social y artístico” del partido. Sin embargo, entre 17 bienes de valor histórico cultural se incluyó a Divisadero, un balneario que atraviesa una compleja situación reglamentaria.
Resulta que en diciembre de 2021 el Concejo Deliberante autorizó al municipio a efectuar el llamado a licitación pública para la explotación del “Parador Divisadero”. La norma se sancionó en el marco del “Plan de Manejo Integrado del Frente Marítimo”, una ordenanza que busca restablecer el ordenamiento territorial y ambiental del uso del Frente Marítimo del Partido.
“Es un balneario que el mismo Concejo Deliberante sacó una ordenanza para volver a licitarlo y demolerlo como se hizo con todo el frente marítimo”, indicó Melia en una entrevista con Radio Power.
“Los de más de 40 balnearios que hoy tiene el frente marítimo demolieron en su momento por la ordenanza. Durante un proceso de más de 10 años se viene buscando que esos lugares deben ser demolidos y vueltos a construir con las características ambientales que contemplaba la ordenanza”, recordó.
Melia también mencionó que balneario “tiene una pileta que está prohibida por la ordenanza de manejo sustentable”. No obstante, con el aval de la totalidad de concejales presente durante la sesión, Divisadero no solo gozará de la “preservación y protección” tutelado por el municipio, sino también de posible eximición de tasas, convenios y otros beneficios.
“Cuando viene algo muy armado y tan rápido es porque viene por detrás. En ese sentido, detectamos una serie de cuestiones que eran preocupantes de lugares que claramente no son patrimonio histórico de la ciudad, y buscan una especie de tutela para que no se haga nada en el lugar”, sospechó el dirigente.
Además, dijo que tal iniciativa tiene características similares a la ordenanza que en su momento presentó -desde su espacio vecinalista- en la banca de vecinos. “Se copió y pegó esa ordenanza, se agregó un inventario nuevo y aparecieron ‘cositas’ con un gran sentido perjudicial a la ciudad”, criticó.
“Había una situación irregular que hizo que la ordenanza se sancione. Es polémico. Enviaron un proyecto con muchos lugares históricos. Lo hicieron con intenciones de confundir a los concejales. Fue tanta la información que mandaron, eran hojas y hojas, que tenían estas ‘perlitas’ como para darle algún tipo de beneficio a un particular”, concluyó.
El argumento oficial de la inclusión de Divisadero
En el año 1941 H. M. Guerrero comienza el loteo residencial de Cariló, con un anteproyecto encomendado al arquitecto Santiago Sánchez. La casa principal conocida como “Divisadero” o “Casa Grande”, ubicada sobre las dunas se inauguró en 1948.
Para finales de los ´60 es el primer lugar público de la ciudad, convirtiéndose en un hito donde la sociedad se encontraba y disfrutaba de las maravillosas vistas, lugar donde se congregaba toda la vida social.
Por ello es que se destaca su valor histórico, además de paisajístico y arquitectónico, reforzando la identidad de la comunidad, ya que es percibido por la misma como característico de la zona.