Los alquileres de temporada en Pinamar, Cariló y otras localidades de la costa atlántica ya muestran un panorama de aumento en consultas y reservas, según brokers y agentes inmobiliarios. En comparación con septiembre de 2023, los precios subieron notablemente, aunque se mantiene cierta incertidumbre sobre el comportamiento definitivo del mercado en medio de la crisis económica.
Según Matías Melia, de Century 21 Pinamar, “las consultas para alquileres de verano en Pinamar subieron entre un 20% y 25% respecto a septiembre de 2023”, lo cual manifiesta una señal positiva sobre la temporada que se avecina. Los precios en la ciudad presentan variaciones significativas según la ubicación y el tipo de propiedad.
Por ejemplo, los departamentos de dos ambientes para tres o cuatro personas se alquilan entre US$1500 y US$4000 por quincena en enero, mientras que las casas a cinco cuadras del mar varían entre US$3000 y US$7000. Las propiedades más cercanas a la playa, o aquellas con más comodidades como cuatro dormitorios, pueden alcanzar hasta US$20.000 por quincena.
En el caso de Cariló, los valores muestran un comportamiento similar al de la temporada anterior, con aumentos moderados. Las reservas se mantienen en niveles similares a 2023, pero con una suba de entre un 5% y 15%.
Según Joaquín Berro Madero, de la inmobiliaria Jorge Guerrero, “los números de reservas de casas en Cariló superan la expectativa de lo que preveíamos para esta temporada”. El precio de una casa a 15 cuadras de la playa para seis personas oscila entre US$2300 y US$2800, mientras que las propiedades cercanas al mar para seis o siete personas se alquilan entre US$4500 y US$7000.
Expectativas para la temporada de verano
A pesar del buen ritmo en consultas y reservas, el contexto económico genera incertidumbre. Lucio Vera Tapia, de la inmobiliaria que lleva su nombre, señaló que están “medio colapsados de consultas”, pero agregó que los precios se mantienen similares a los de la temporada anterior. “Nos encontramos prácticamente en los mismos números que teníamos el año pasado a esta altura”, indicó Vera Tapia, resaltando que la alta demanda podría sostenerse hasta el inicio del verano.
En la misma línea, Roberto Castelbajac, de Marcel Gestión Inmobiliaria Pinamar, afirmó que no hubo un aumento significativo en los valores respecto a la temporada anterior, lo que ha generado “una alta demanda de reservas”. La estabilidad en los precios fueron un factor clave para sostener la demanda, en un contexto en el que el poder adquisitivo de muchas familias se ha afectado por la inflación y el aumento de tarifas de servicios.
Variación de precios entre enero y febrero
Uno de los aspectos que más destaca en la evolución de los alquileres para la temporada de verano es la variación de precios entre enero y febrero. Tradicionalmente, los alquileres en febrero presentan una baja considerable, y este año no será la excepción. Los agentes inmobiliarios anticipan que los precios bajarán entre un 20% y un 40% en febrero, dependiendo de la propiedad y su ubicación. Romina Brance, de la constructora del Bosque S.A., indicó que “una casa que sale US$4000 en enero puede llegar a US$2800 en el mes siguiente”.
Este comportamiento ha sido constante en las últimas temporadas, y se espera que muchos veraneantes opten por la segunda quincena de enero o por febrero para acceder a precios más accesibles. “El mercado se ajusta en función de la demanda, y en febrero suele haber menos afluencia de turistas, lo que reduce los valores”, explicó Jorge Santamarina, de la inmobiliaria Santamarina.
Crisis económica e incertidumbre
Si bien las consultas han crecido en comparación con el año pasado, la crisis económica genera dudas sobre cómo impactará en el turismo. Las familias enfrentan un escenario donde los costos de la canasta básica y los servicios esenciales han aumentado considerablemente, lo que podría afectar el flujo turístico, especialmente en destinos donde los alquileres son altos.
En este contexto, Santamarina mencionó que muchas propiedades han tenido ajustes leves en los valores de alquiler, con subas de entre un 5% y un 10% en dólares, dependiendo de las mejoras realizadas en la propiedad, como la incorporación de una piscina o reformas que aporten valor adicional.
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