Pinamar ha registrado un notable crecimiento demográfico en los últimos años. Desde 2020, su población permanente pasó de 50.000 a más de 60.000 personas, lo que representa un incremento del 20%. Este número aumenta considerablemente durante la temporada de verano, cuando la cantidad de residentes temporales se multiplica por siete.
En el ámbito económico, la actividad de la construcción en 2024 evidenció una contracción del 30% en promedio a nivel nacional, mientras que en Pinamar la caída fue menor, alcanzando solo el 10%, gracias a nuevos proyectos destinados a satisfacer la creciente demanda habitacional.
Nuevas dinámicas en la demanda inmobiliaria
La transformación en Pinamar también modificó los hábitos y necesidades de los residentes. Según Enrique G. Shaw, CEO de Pinamar SA, “mucha gente se vino a vivir acá”. Este fenómeno, potenciado por el auge del trabajo remoto, ha aplanado la estacionalidad, generando una mayor actividad durante todo el año.
El perfil de los hogares también ha cambiado. Shaw señaló que las casas nuevas “demandan escritorios y losa radiante”, características antes inusuales en propiedades de veraneo. Además, mencionó que muchas personas adquirieron chalets antiguos para renovarlos, agregando calefacción y modernizando los interiores.
Por otro lado, el CEO destacó los impactos económicos recientes, atribuidos a los cambios implementados por la administración de Javier Milei. “Entraron nuevas reglas de juego, mucho más previsibles y estables”, afirmó Shaw en diálogo con Perfil, al tiempo que resaltó la importancia de los créditos hipotecarios para el desarrollo del mercado.
Arte y naturaleza: el proyecto “Arbor de árbol”
El vínculo entre urbanismo y cultura encontró un nuevo punto de encuentro en Pinamar con el proyecto “Arbor de árbol”, ganador del premio Pinamar #2254. Creada por Donjo León y organizada por Fundación Arteba junto a Pinamar SA, la obra busca “fomentar el vínculo entre el arte contemporáneo, la naturaleza y el urbanismo”.
Presentada a mediados de 2024, la pieza se desarrolla en el Vivero Forestal de Pinamar SA, donde exhibe los múltiples usos y estados del pino, especie emblemática de la ciudad. Según Shaw, “la incorporación de esta obra fortalece el circuito de arte público”, sumando valor al legado de la ciudad-jardín concebida por el arquitecto Jorge Bunge.
Pinamar avanza con una visión renovada que combina su crecimiento poblacional, la transformación inmobiliaria y un marcado enfoque cultural. Este modelo promete fortalecer su identidad y posicionarse como un referente en desarrollo sustentable y artístico.